Data desde 1890, cuando los abuelos de “Casilda” empezaron a vender agua de chilacayota, cerveza de piña y limón con chia, en el Jardín de la Constitución (zócalo); pero debido a un incendio provocado por la pólvora que ahí expendían, ese mercado fue trasladado a un terreno donado por Don Manuel Fernández Fiallo en donde actualmente nos encontramos.
Esta actividad paso de los abuelos a la madre de Casilda y a su tía María “la horchatera” famosa también en aquella época y loada por Jacobo Dalevuelta en el libro “Cariño a Oaxaca”..
Casilda desde pequeña ayudo a su madre a la preparación de las aguas y en 1926, a la edad de 16 años, le fue otorgada la licencia número 590 como expendedora de aguas frescas según consta en el Archivo Histórico Municipal de Oaxaca.
En el libro titulado “Casilda la Horchatera”, Casilda recuerda: “en una ocasión mi tía María y yo fuimos al Instituto, tomamos el tranvía y nos bajamos ”mero” en la puerta del Colegio. Cuando mi tía entro todos los muchachos le aplaudieron a María la Horchatera y me dijo: mira, todos estos jóvenes están estudiando aquí y por eso a veces no tiene dinero, nunca les niegues un vaso de agua cuando te lo vayan a pedir; te los entrego a todos; ni una vez llegues a querer a ninguno, por que la novia del estudiante nunca es la esposa del recibido, así es que quiérelos a todos”, fue desde entonces que Casilda llevo durante años agua al Instituto el día de la Samaritana por lo que es conocida también como “la Samaritana Oaxaqueña”.
Todo esto hizo que Casilda se ganara el cariño de personas de todo ámbito social y fuera reconocida por sus aguas.
Este negocio que ya es toda una tradición en Oaxaca ha sido visitado por el Rey Juan Carlos de España, Presidentes de México, Gobernadores, Actores, Actrices, Cantantes y sobre todo por las personas que nos dan su preferencia y nos recomiendan.
Casilda ha sido objeto de varios homenajes tanto en vida como póstumos, el grupo llamado las “Siluetas” le compuso una canción: “.....si has de probar almendra con tuna yo te aseguro te gustará, la de ciruela y chilacayota hasta la cruda te quitará, en el mercado la encontrarás pues ya es de fama internacional.....; en 1989 fue publicado el libro ”Casilda la Horchatera” en donde ella misma narra sus vivencias, en la Casa de la Cultura Oaxaqueña se encuentra su busto el cual fue develado después de su fallecimiento (1995).
Así que no dejen de probar estas aguas ya que gracias a su preferencia esta historia y tradición continua.
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Disfrute de nuestras tradicionales aguas de : Horchata de almendra con tuna y Chilacayota.


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Doña Casilda no sólo legitimó su refrescante arte en la gastronomía oaxaqueña, también cobró fama por su humanismo, solidaridad y amor por las costumbres del Valle de Oaxaca. Además, fue considerada una auténtica y genuina líder de los mercaderes, sin más interés que el bien común.
José Luis Pérez Cruz/Periodista
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Platicar con doña Casilda es realmente una experiencia maravillosa; es evocar lo que fue la ciudad de Oaxaca, principalmente hacia la primera mitad del siglo XX, su charla conduce a otro tiempo, a la historia reciente. . .
Silvia María Zúñiga y Salvador Aquino/ Libro Casilda la Horchatera. 1989
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En el Mercado Benito Juárez, las grandes ollas de arcilla naranja y verde la lloran, la extrañan, al igual que sus frutas y sus tinajas con hielo. Sus hijos mantienen vivo su recuerdo cada aniversario de su fallecimiento; congregando a familiares y amigos en la celebración religiosa nocturna, que tiene lugar cada 29 de marzo en uno de los que fueran sus santuarios favoritos, el Templo de San Juan de Dios, cercano al Mercado Benito Juárez Maza, sitio en donde ella escribió brillantes páginas del costumbrismo oaxaqueño.
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